RIESGOS FÍSICOS DEL ABORTO:

Durante la intervención:

  En los abortos por succión y legrado, las consecuencias pueden ser: perforación de útero, laceraciones de la cervix y la pelvis, laceración intestinal, trombo embolismo, infecciones del tracto genital, accidentes relacionados con la anestesia: colapso cardiaco, ataques epilépticos; postración nerviosa, falta de contracción del útero que precisa reevacuación inmediata y  hemorragias que requieren transfusiones y cirugía de emergencia. Según Tietze, las infecciones representan el 88% de las complicaciones inmediatas. Otra complicación con un porcentaje de morbilidad del 16’5% es el aborto incompleto por retención de partes fetales.

El método de la inyección salina puede ocasionar: ruptura del útero, embolismo pulmonar, coágulos intra vasculares...

La inyección de prostaglandinas puede ocasionar: ruptura del útero, sepsis, paro cardiaco, hemorragias, vómito y aspiración del mismo, embolia cerebral y fallo renal agudo.

Después de la intervención:

Infección, trombosis venosa, embolia pulmonar, inflamación pélvica, Rhizoinmunización, fiebre, hemorragia intensa, lesiones de útero y cérvix, aborto fallido, etc., además de las citadas arriba.

A largo plazo:

Esterilidad debido a infecciones pélvicas como la salpingitis, que, junto con otras, causan la muerte de 900 mujeres al año en EE.UU. y un alto riesgo de embarazos ectópicos. La esterilidad  se debe también a la retención de partes fetales, y a las adherencias, lesiones y deformaciones del cuello uterino, donde se produce el moco necesario para facilitar el ascenso de los espermatozoides. La fertilidad de la mujer española está disminuyendo alarmantemente en los últimos años, como indican los estudios del CSIC, debido, en parte, a las infecciones y agresiones que sufre el organismo de la mujer que se somete a un aborto, así como al uso prolongado de anticonceptivos. Este riesgo afecta a un número creciente de mujeres, como indica el último informe del C.S.I.C.: el 39% de las jóvenes que quedan embarazadas entre los 15 y 19 años en España abortan (en Comunidades como Madrid, Aragón, Asturias y Cataluña, ese porcentaje alcanza el 52%, 52%, 51% y el 58% respectivamente). En el grupo de edad de 20 a 24 años, el porcentaje de abortos voluntarios es del 25%.

Abortos espontáneos posteriores (3 meses más de riesgo que en la mujer que no ha abortado). Un estudio de la O.M.S. observó un nivel de riesgo significativamente mayor de aborto espontáneo en el segundo trimestre, así como partos prematuros o poco peso del bebé, en mujeres cuyo único embarazo previo había sido abortado (W.H.O. Task Force, 1979).

Problemas con hijos posteriores: mayor probabilidad de malformaciones, partos prematuros o bebés de bajo peso, muerte neonatal temprana (doble de riesgo que en la mujer que no ha abortado) o tardía (3 a 4 veces más riesgo).

Bloqueo de trompas y aumento del riesgo de padecer cáncer de útero, cérvix, y mama.